Desde hace años se está popularizando el Entrenamiento por POTENCIA en ciclismo. Por supuesto, la industria está dando respuesta con sistemas capaces de registrar la potencia durante el pedaleo y, con ello, nacen nuevas oportunidades de negocio, nuevos tests de campo, cursos y protocolos de entrenamiento que intentan satisfacer a los usuarios. No es oro todo lo que reluce. Vamos por partes, para intentar que no salgan euros innecesarios de nuestros bolsillos:
La variable más importante del entrenamiento es la INTENSIDAD y en los orígenes de la metodología del entrenamiento deportivo se utilizaba principalmente la “Percepción Subjetiva del Esfuerzo” o RPE en inglés (Rating of Perceived Exertion) para prescribir la intensidad del entrenamiento; posteriormente se popularizó la “frecuencia cardíaca” (FC), como medida universal de la intensidad en deportes de resistencia y ahora proliferan los dinamómetros para el control de la potencia en vatios (W) en ciclismo. DINAMÓMETROS y NO “potenciómetros” como muchos “expertos” lo denominan. El potenciómetro es un dispositivo que permite regular la tensión o voltaje en aparatos electrónicos. Pero esto es otro tema… (¡!)
Existen otras formas de medir la intensidad, pero estas tres han sido las más populares en ciclismo: RPE, FC, W. Cada una tiene sus ventajas e inconvenientes. En cualquier caso una cosa no sustituye a la otra, más bien complementa y nuestra responsabilidad como expertos es asesorar acerca de la elección más correcta para el control de la intensidad del entrenamiento en función del perfil fisiológico y de los objetivos a conseguir.
Independientemente del nivel, la percepción subjetiva del esfuerzo o RPE es la opción que nunca debe faltar. Aprender a entrenar por “sensaciones” y relacionar éstas en una escala como la propuesta por Borg ayuda a conocerse más y mejor. Sentir, escuchar y respetar el propio cuerpo más que bueno es necesario, con el fin de lograr un rendimiento óptimo. Este método por sí solo es más que suficiente para la mayoría de ciclistas que están empezando.
El control de la frecuencia cardíaca (FC) es otra variable casi indispensable, pues en personas sanas se comporta de forma proporcional a la intensidad en condiciones estables. Es fácil y económica de monitorizar. Es el método que más recomendamos a la mayoría de deportistas, y los resultados son más que evidentes. Correlacionarlos con la Percepción Subjetiva del Esfuerzo en terrenos de montaña, días de recuperación activa y/o trabajos extensivos es tremendamente beneficioso.
Realmente, el entrenamiento por potencia, es solo necesario, útil y justificado en aquellos deportistas avanzados capaces de acercarse a su potencial o techo biológico. En estos casos, la potencia, es la variable más estable y fiable para medir la INTENSIDAD, permitiendo un ulterior perfeccionamiento del rendimiento.
Para los demás deportistas puede llegar a ser hasta contraproducente, por tres motivos:
1.- En ciclistas en progresión, los vatios, es una medida poco estable y cambiante. Por ello es más fácil quedar fuera de los rangos de entrenamiento recomendados.
2.- El motivo anterior obliga a un constante restablecimiento de los parámetros de entrenamiento, en muchas ocasiones a través de test de campo de difícil repetitividad; por ejemplo, el famoso test de 20 minutos. Una forma indirecta y, bajo nuestro punto de vista, poco saludable de calcular datos tan importantes como la INTENSIDAD para la prescripción del entrenamiento, pero que ayudan a “justificar” el uso del dinamómetro entre toda la población ciclista.
3.- Esta imprecisión de datos, puede derivar fácilmente en un desorden del entrenamiento y por consiguiente de nuestra progresión como deportistas, que son aprovechados por la industria que hay alrededor para ofrecer posteriormente cursos, talleres, libros de como auto-entrenarse/evaluarse con vatios. Aquí los oportunistas también aprovechan lo que pueden.
Nuestra recomendación es realizar una prueba de esfuerzo real, que determine vuestro perfil fisiológico y, entre otras muchas cosas, detectar quién es candidato o no para beneficiarte de un dinamómetro. En segundo lugar, en caso de que seas candidato al entrenamiento por potencia, comprobar el sistema adquirido, por dos motivos:
1.- Todos los dinamómetros presentan un error en la medida y en función del modelo adquirido, es necesario aplicar un factor de corrección de potencia en vuestros rangos de entrenamiento, para que cuadren adecuadamente con sus objetivos.
2.- También hemos detectado dinamómetros de marcas pioneras que no funcionan correctamente (el usuario apenas se percata, porque no dispone de referencia objetiva externa para comparar).
SPORT LAB dispone del único cicloergómetro estandarizado, validado e instrumentado con el mejor dinamómetro actualmente existente en el mercado, para poder llevar a cabo dichas comprobaciones, calibraciones y tests de esfuerzo. También te ayudamos a buscar el mejor dinamómetro para entrenar, si realmente lo necesitas.
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