CORRER MEJOR

Al igual que en SPORT LAB llevamos a cabo estudios biomecánicos y fisiológicos encaminados a mejorar el rendimiento y la salud del ciclista, también tienen un peso específico para nosotros los atletas que corren a pie.


Si en el caso de la bicicleta analizamos el material y llegamos a la conclusión de quiénes han de ser nuestros proveedores sin compromisos, actuamos del mismo modo con el calzado de los atletas. No hay concesiones. Nuestro trabajo diario nos autoriza a definir  nuestra línea de proveedores, fruto de nuestra investigación con el rendimiento y la calidad como criterio imperturbable.


El cuerpo es sabio y viene provisto de todos los mecanismos intervinientes en todas las situaciones. Las ayudas externas son recomendables en el caso de que no pueda solventarse una situación mediante la optimización del cuerpo y el material básico.


Un análisis certero permite determinar las patologías que afectan al atleta. Toda vez que se conoce el problema, pueden elegirse dos caminos para erradicarlo o, cuando menos, minimizarlo: la reeducación motora o el aditamento externo como plantillas personalizas, zapatillas correctoras, etc. En el primer caso, un cambio de hábitos, aprendizaje y potenciación selectiva es capaz de reeducar al cuerpo para paliar el problema. En el segundo, el material ortopédico potencialmente inadecuado parece haberlo arreglado todo de forma rápida.


Sin embargo, hemos de considerar, no sólo el corto plazo, sino el medio y largo. Si la ayuda externa parece haber acabado con la situación negativa, el cuerpo ya no tiene necesidad ni posibilidad de minimizar el problema por sí solo porque la zapatilla o la plantilla parecen haberlo hecho. Nada más lejos de la realidad. Este planteamiento, en muchas ocasiones, inhibe al cuerpo de la necesidad de poner de manifiesto su capacidad de habituación y corrección con la que la naturaleza le ha dotado. Los sistemas intervinientes en esta patología no tienen la necesidad de actuar y, como consecuencia, disminuirá su capacidad de recuperación.


Pensemos ahora en la misma dolencia, malformación, lesión, etc. Si potenciamos los grupos musculares de forma correcta, optimizamos nuestro patrón motor, reforzamos los mecanismos propioceptivos  del organismo y propiciamos la consolidación del sistema músculo-esquelético,  a medio plazo el cuerpo habrá colaborado de forma activa a erradicar el problema y, además, a evitar su degeneración  y mejorando su eficiencia.


El hecho de poder contar en nuestros días con sistemas de análisis y medición avanzados nos permite saber qué funciona y qué no. Tan solo es imprescindible el tener dichos medios a tu alcance y la capacidad de interpretar los resultados que arrojan.


Desde hace más de diez años en SPORT LAB investigamos en este campo y venimos advirtiendo que la zapatilla sobreprotectora, así como el uso injustificado de plantillas personalizadas genera una serie de patologías por su excesiva intervención en la acción motora. La zapatilla sobredimensionada inhibe los propios mecanismos protectores del organismo y, por tanto, estos se atrofian entrando en un círculo vicioso en el que el cuerpo cada vez necesita de más soporte externo. Dicho soporte impide al cuerpo cumplir con su función con naturalidad. Sumado a esto, las plantillas han supuesto en muchas ocasiones un falso sustituto de las propiedades y capacidades intrínsecas de nuestra estructura músculo-esquelética. 


Sin  embargo, aún hoy en día hay profesionales que pretenden favorecer el uso del calzado incorrecto que impide al pie llevar a cabo la función para la que la evolución lo ha dotado. Dicho de otro modo, si, por ejemplo, pisas mal, puedes entrenar de forma selectiva para reeducar tu sistema motriz y acabar con el mal hábito o puedes ponerte una zapatilla que supuestamente te ayude a corregir mediante la intrusión de la misma en tus funciones motrices.


La zapatilla trufada de cojines de aire, amortiguadora,  las suelas con un alto componente elástico, para pronadores o supinadores, con estabilizadores de la pisada, etc. son un excelente argumento para el mercado, pero un flaco favor a nuestra salud. La tendencia se está invirtiendo y ya hay voces que se unen y corroboran lo que nosotros venimos defendiendo desde hace años y que no es sino el uso de material deportivo racional que ayude, pero que no sea intrusivo.


No se trata de una opinión basada en creencias personales o en teorías de terceros. Hablamos de resultados procedentes de análisis no contaminados y que no son sino datos científicos constatados.


Es fácilmente demostrable y aún más fácilmente entendible:


1.- ¿Qué sucede cuando corremos con calzado convencional de entrenamiento? Dado que el cuerpo se siente “protegido” por el acolchamiento, cojín de aire o similar del calzado, el pie contacta con el pavimento con la superficie reducida del retropié, o sea, el talón. El impacto se recibe lejos de la cadera y con la rodilla demasiado extendida, dejando todo el trabajo de absorción inicial a la zapatilla. El hecho de llevar la pierna más extendida hace, además, que el impacto se genere muy por delante de la cadera y, en este caso,  se produce una transmisión brusca de la energía hacia las articulaciones del tobillo, rodilla y cadera. Este efecto puede apreciarse en la visión sagital de la figura 1 en la que el atleta corre a 13,5 km/h ante la cámara. ¿Otra forma de percibir directamente el efecto detallado? Descálzate, salta (suavemente) y cae sobre los talones. El impacto es clara y brutalmente perceptible.


2.- ¿Qué sucede cuando corremos descalzos? De forma instintiva el cuerpo hace que el pie contacte con el suelo con toda la superficie de su área, es decir, la planta. El impacto se recibe en una más amplia superficie, debajo de la cadera y con una mayor flexión de la rodilla. Esto propicia una óptima absorción del impacto inicial a través del sistema articular tobillo-rodilla-cadera. No existe ningún sistema de amortiguación más eficiente que la naturalmente adoptada por nuestro sistema músculo-esquelético. Del mismo modo, esto puede apreciarse en la visión sagital de la figura 2 en la que el atleta corre a 13,5 km/h. ante la cámara. Como siempre, la comprobación empírica pasa por descalzarse, saltar suavemente y caer con los dos tercios delanteros del pie y sin que el talón toque el suelo. Instintivamente, se produce una flexión de los conjuntos articulares intervinientes, rodilla y tobillo, y una amortiguación es clara y beneficiosamente perceptible.


Con la premisa de la carrera natural como la más saludable, es nuestro cometido el poner a vuestro alcance los medios tecnológicos de análisis avanzados de la técnica de la carrera y de la reeducación motora.


Alguno de vosotros habrá pensado: ¿cómo voy a correr descalzo por muy bueno que sea? Un calzado adecuado, que tenga una suela que proporcione una nivelación horizontal en toda su extensión, sin elementos añadidos y con un peso reducido será lo más parecido a correr descalzo sin los inconvenientes de superficies inadecuadas, heridas, dolor, etc.


Vamos por nota. Cuando veáis una carrera a pie de larga duración, podréis comprobar en sus fases iniciales como los corredores apoyan deliberadamente casi toda la superficie plantar al correr. Conforme avanza la prueba, viene el cansancio físico y psíquico. Al dolor óseo y/o muscular hay que sumar el que nuestra mente intenta trabajar al mínimo y prefiere lamentarse, pensar en una cama, agua, comida o en el tan recurrente “¿qué hago yo aquí?” antes que seguir controlando la calidad de la zancada. Esta situación degenera en zancada que aterriza con el talón. De ahí la importancia de la fortaleza física que habrá de retrasar la aparición del cansancio. Pero no podemos olvidar la solidez psíquica que hará que la cabeza siga controlando todos los procesos para que nuestra técnica sea también un aliado que facilite que el temido cansancio se demore cuanto más mejor. Pero esto es otra interesantísima historia de la que hablaremos en otro momento.


Predicando con ejemplo, esto se ha plasmado en la colaboración con el mejor y unos de los pocos especialistas en zapatillas que se ajusten a nuestros criterios en lo referente a prestaciones y diseño. zapatillas-minimalistas.com y SPORT LAB han alcanzado un acuerdo de colaboración por el que podremos disponer de su apoyo, experiencia y material para asegurarnos la óptima conveniencia de nuestra recomendación en lo que concierne al calzado para atletas.


Para más información, entrad en sportlab.es y zapatillas-minimalistas.com

 

Fig.1


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fig.2

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